Datos y apuntes que pueden ayudar para estudiar y escribir la historia del Uruguay en la Antártida
martes, junio 02, 2009
Senador Gustavo Penadés: Una mirada a la Antártida
Por el Senador Gustavo Penadés
17 de Noviembre 2008
fuente: lacalle.com.uy
Hace 92 años, a instancias de un grupo de oficiales de la Armada, partía de Montevideo el "Instituto de Pesca 1". En tiempo récord se había aprestado un pequeño buque pesquero de 340 toneladas para acudir al rescate de la tripulación del explorador Sir Ernst Shackleton, que había logrado alcanzar la Isla Elefante luego del naufragio del "Endurance" en el mar de Weddel.
Impedidos de acercarse a la Isla, por la presencia de hielos, deben regresar a Puerto Stanley donde se reparó la máquina del buque y, por orden superior, retornan a Montevideo siendo recibidos como héroes.
Pasados muchos decenios sin que se recordara aquella gesta, fue en ocasión de la Campaña Antártica 1995- 1996 cuando se colocó en la Isla Elefante una placa en homenaje a aquella heroica tripulación. Pero ya antes, la confluencia de distintas circunstancias habían llevado a nuestro país a comenzar a desarrollar su conciencia antártica. Si bien en todo ello influyó la coyuntura internacional, no es menos cierto que desde los ámbitos de las Fuerzas Armadas se fue impulsando la idea de que Uruguay no podía estar ausente de la Antártida, y así es que a lo largo de los años se fue acumulando valiosa experiencia, la que sería fundamental a la hora de las campañas antárticas nacionales.
La experiencia antártica es quizás una de los pocos ejemplos que podemos exhibir de políticas públicas que obedecen a un imperativo estratégico nacional. En ese entendido, con mayor o menor énfasis, desde hace décadas, los sucesivos gobiernos reconocen la importancia de la presencia uruguaya en la Antártida y apoyan el empeño puesto en dicho objetivo, fundamentalmente por parte de las Fuerzas Armadas. Pero hallamos otro elemento de gran significación, la experiencia uruguaya en la Antártida marca también un singular campo de colaboración interinstitucional que merece ser resaltada. Civiles y militares, aunados por un objetivo superior. A su vez, las Fuerzas Armadas, en muchas ocasiones haciendo verdaderas maravillas con los medios disponibles, posibilitan que nuestro país participe con dignidad en los ámbitos internacionales que en un futuro tendrán un papel de primordial importancia en el destino de dicho continente.
Debemos tener en claro que la Antártida ya está en la mira de muchos intereses que vislumbran la posibilidad de utilizar los recursos allí existentes. Al igual que la explotación de recursos en el Ártico hasta hace poco parecía imposible y hoy ya no lo es y determina que los estados limítrofes mantengan diferendos por las áreas a las que pretenden tener derecho; los avances tecnológicos, las necesidades crecientes de alimentos, petróleo y minerales abren para la Antártida posibilidades hasta ahora insospechadas.
Como se advierte, la consolidación de la presencia en la Antártida es un objetivo estratégico de enorme trascendencia.
Dicho propósito requiere, además del bienvenido reconocimiento simbólico, los recursos económicos necesarios para cumplirlo a carta cabal.
El Teniente de Navío Roberto Elichiribhety, comandante del "Instituto de Pesca 1" expresaba la voluntad de los marinos uruguayos de "imponer a la dura impenetrabilidad de los hielos la tenacidad perseverante de nuestra sangre". Hoy dicho deseo no debe ser el de unos pocos, sino el de la Nación toda.
domingo, mayo 24, 2009
Antártida - Continente de los más para los menos.
Análisis de la Antártida, el Tratado Antártico y los reclamos de los diferentes países en 1979.
Este libro es fuente de consulta sobre aspectos históricos relacionados a la Antártid.
Autores: Dr. Hebert Arbuet Vignali, Dr. Roberto Puceiro Ripoll, Dr. Belter Garré Copello.
Editado por Fundación de Cultura Universitaria. Montevideo, 1979
Antartida - Continente de los más para los menos -1979
domingo, mayo 03, 2009
Aterrizaje del FAU 031, en la Península Antártica, por primera vez
Fragmento de un documental de Canal 3 de Paysandú (Uruguay), filmado durante la visita a la Base Artigas en la Antártida en 1996. Un aporte para la historia del Uruguay en la Antártida
Fragmento de un documental de Canal 3 de Paysandú (Uruguay), filmado durante la visita a la Base Artigas en la Antártida en 1996. Un aporte para la historia del
sábado, abril 18, 2009
El libro "Antártida Uruguaya", del Prof. Julio C. Musso - 1970
El libro “Antártida Uruguaya” fue escrito por el Profesor Julio César Musso, fundador del Instituto Antártico Uruguayo y publicado por el diario EL PAIS, en adhesión a la Primera Convención Nacional Antártica, realizada entre el 24 y el 27 de abril de 1970 en salones de la Biblioteca Nacional, en Montevideo, Uruguay.
PROLOGO de este libro, escrito por el Profesor Musso en 1970
Por múltiples requerimientos, es que nos hemos animado a imprimir nuestras Audiciones Radioeléctricas, especialmente dedicadas a la Antártida.
La conversión de audiciones de esta clase, en libro, lleva de si una reelaboración y con la cual enfrentamos dilema: o se pierde la expresión oral original y conocida, por introducción de expresión literaria o, se mantiene aquella mediante adición de referencias, comentarios y documentos, que si bien están implícitos en la audición, requiere, ello si exégesis de cada una de éstas, en los efectos de mantener unidad de expresión y temática.
Mantenemos pues, fidelidad en el discurso radiado e introducimos todas aquellas referencias importantes a través de la transcripción de documentos básicos— Documentación Anexa— y entre los cuales, se destacan sucesos y acciones realizadas en los últimos diez años. Tal es en esquema, el propósito referido a la forma y estructura de éste, ahora libro.
En cuanto al destinatario, también de él nos hemos preocupado, puesto que si bien Antártida es tema muy importante, no por ello y de necesidad o simultáneamente, es de carácter común.
En oportunidad de decidirse el certamen para los diseños, construcción y ulterior emplazamiento, del monumento a José Gervasio Artigas, nuestro insigne compatriota Dr. Juan Zorrilla de San Martin, dedicó la Epopeya de Artigas, a los artistas interesados o seleccionados, para la ejecución de esta magna obra.
Nosotros tomamos esta preocupación de Zorrilla, en cuanto al destinatario y por ello, dedicamos este libro a los investigadores nacionales y también, porque no decirlo, a los foráneos, puesto que el tema da también y mucho, para todos ellos.
El investigador de nuestros días, no tiene como el artista, excelencias y excepciones y su obra, cuando culmina, carece del acabado propio exigido por el arte, e incluso, no tiene perfil personal, puesto que la progresión de cada investigación que toma, sigue al suceso, fenómeno, cosa, espacio, reflexión o formulación, no teniendo en ello cabida, por su inmensa amplitud, la pertinente personalidad del investigador nato.
Con lo precedente, queda pues en claro, que este libro que constituye juicio, está fundamentalmente dirigido a la consideración de estos investigadores, para proseguir en la tarca que culminará con la radicación permanente de Uruguay en la Antártida.
El tema dominante y objetivo de este libro es el Continente Antártico en general, así como de la Antártida Uruguaya, en particular.
Este objeto, a la par que amplio y original, requiere cuidadoso enfoque y permanente auxilio de múltiples disciplinas científicas, jurídicas, tecnológicas y políticas. La subordinación de éstas al tema central y dominante, es debido a que Antártida constituye un espacio de naturaleza, similar en concepción, a otros espacios no pertenecientes a Estado alguno, cual resulta el alta - mar océano, profundidades, suelos y sub - suelos marítimos, atmósfera terrestre, espacio ultra - terrestre, cuerpos celestes, fueren planetas o satélites naturales. Con ello se demuestra que no es posible y a través de una única disciplina científica, entender y penetrar en la Antártida. Determinado el objetivo y pertinente enfoque, es posible entonces la progresión culminante de nuestro particular esfuerzo: determinar la existencia misma, física, de la Antártida Uruguaya, en el Continente Antártico y aun cuando no se haya efectuado ocupación territorial ni acciones de dominio.
En nuestro medio, no es fácilmente admisible la consideración de un campo u objeto de conocimiento, a disciplinas múltiples, tan necesario sin embargo en el caso de Antártida.
La investigación persistente y continuada sobre este magno objeto, permite no obstante, esta libertad de excepcional aplicación, rígidamente ensamblada en métodos científicos, superando, con ello, obstáculos políticos de consideración.
lunes, marzo 30, 2009
Uruguay atlanticense y los derechos a la Antártida
PROLOGO del Profesor Julio C. Musso
A mediados de 1973, el Instituto Antártico Uruguayo ha, constituido los Grupos de Trabajo Científico, conforme el ordenamiento del S. C. A. R. (Comité Científico de Búsqueda Antártica) y entre los cuales se destaca hoy el Grupo de Trabajo Arqueológico‐Histórico a cargo del Prof. Leslie T. Crawford.
Es con honor para nosotros presentar URUGUAY ATLANTICENSE, a la consideración de los lectores de habla española, así como a la comunidad de investigadores de las disciplinas históricas, fundamentalmente universales.
Esta obra puede considerarse primera en su clase, por cuanto pone vivísima luz sobre todo el proceso histórico de descubrimiento geográfico, radicación de poblaciones y esfuerzo de navegación exploratoria en la inmensa área marítima soberana de España, cuyo centro de operaciones, radicado en el Montevideo del siglo XVIII, consolidó los incipientes accesos marítimos a la Tierra Austral Incógnita o Antártida, poniendo vigencia en las rutas por el Cabo de Hornos y Estrechos Magallánicos, hasta la época‐misma de la apertura del Canal de Panamá en 1913 y fin histórico de la navegación vélica.
URUGUAY ATLANTICENSE es pues, una obra de base y consulta para especialistas, cuales para docentes, así como texto importante para la Enseñanza Media y Superior en los niveles universitarios del país.
Importa destacar que el Instituto Polar Scott, de Cambridge, Reino Unido, que al celebrar la creación del Grupo de Trabajo Arqueológico del I. A. U., dice:
"En la actualidad, los estudios en este campo presentan grandes lagunas y no habrá oportunidad de avanzar en nuestros conocimientos del primer período de la historia de la Antártida, si no existe mayor conciencia de la evidencia y testimonios que deben ser documentados. Por intermedio del S.C.A.R. esperamos que se pueda lograr algún adelanto en este campo ‐ H. G. R. King".
Por nuestro intermedio, el Instituto Antártico Uruguayo felicita cálidamente al Prof. Leslie T. Crawford por el acierto, oportunidad y vigencia de estos extraordinarios testimonios, que ayudan a las más amplias formulaciones del Derecho Internacional Contemporáneo.
Prof. Julio C. Musso
Fundador y Presidente del Instituto Antártico Uruguayo entre 1968 y 1975
domingo, marzo 22, 2009
Testimonios del Dr. Grillo sobre la Antártida en 1986
Libro del Dr. Angel Grillo, donde cuenta sus andanzas en la Antártida por 1986... cuando recién en nuestro país se comenzaba a tomar conciencia de la improtancia de la actividad científica en ese continente.
Los pacientes de Ángel Grillo habrán de recoger de este libro una desconcertante imagen del doctor. Porque no ha de ser fácil reconocer al pulcro médico de los subsuelos de Impasa, ciudadano en los reinos de la Asepsia, en la figura de un hombre con camisa leñadora y pantalón vaquero, gorra de lana, botas y lentes de sol, además de un grueso rompevientos. Es que el libro de Carlos Mendive sorprende lo ocurrido cuando Grillo canjeó la certeza puntual de sus diagnósticos mediante tomografía y angiología computada, por la aventura de la investigación científica: una actividad que compromete a la imaginación más de lo que suele creerse. Y, en este caso, un desafío que reclama también el riesgo y el coraje. Pero, si esta metamorfosis del doctor Grillo puede resultar sorprendente, más acaso lo es esta otra circunstancia: el protagonista incuestionable de esta odisea austral no protagoniza, propiamente, nada, desde que la Antártida aparece aquí como el blanco confín que ha borrado las fronteras de las nacionalidades, para la edificación de una patria de la solidaridad. Allí, una viva lección cotidiana muestra la insuficiencia de cualquier acción individual y la necesidad que cada hombre tiene de los otros. Es curioso que este redescubrimiento de la índole esencialmente social de la criatura humana ocurra -precisamente- cuando el hombre ya no está casi en sociedad, sino librado a sí mismo en el escenario de implacables leyes biológicas y cambiantes meteoros. El relato de Carlos Mendive tiene la fuerza suficiente para aislar al hombre -a los hombres, mejor dicho- y enfrentarlos a la tranquila frialdad de algo tan seguro e incomprensible como el propio destino. Bien se echará de ver que -con todo esto- también Carlos Mendive está distinto en este libro, y su metamorfosis no es menos sorprendente que la transformación del doctor Grillo. En primer lugar, estamos habituados a ver cómo sus ojos -detrás de los cristales, es claro- escudriñan el mundo bien conocido de rincones, historias y personajes montevideanos. Aquí, Mendive solicita a su fantasía -si bien alimentada por una información cuantiosa- lo necesario para pintar una geografía remota y una humanidad diferente de la que se usa. En segundo lugar -y salvo en alguna situación excepcional o algún giro coloquial empleado al azar- no hay aquí humor de ninguna especie, de modo que Mendive aparece destituido de lo que es su natural oficio y vocación. El asunto - si bien se mira- no es de poca monta, porque desde Bergson se sabe que la risa es la sanción a los otros, de modo que, en su suspensión, Mendive habría sido ganado por una sutil forma de la solidaridad que es también hija de la Antártida. En algo, sin embargo, permanece Mendive igual a sí mismo, y es en su habilidad narrativa. El lector verá por sí mismo con cuánta destreza está aquí jugado cierto enigmático personaje -el alemán inseparable de su perro- que existe para la curiosidad. Se apreciará, asimismo, que cada capítulo gira en tomo a algún hecho de interés narrativo: a un incidente novelesco, se estaña a punto de decir. Y sin embargo, el relato no concede nada a la novela -ni una sola trampa, ni un solo pasaje para la seducción inauténtica- y se mantiene en los límites de la crónica. Mendive sigue siendo, en suma, el periodista, aunque no sea fácil enlazar la seriedad de su trabajo con el ánimo habitual de su "Farándula".
"Un Cálido Rincón" es un libro que nace como consecuencia de sucesivos encuentros y charlas entre un investigadora un narrador. El Dr. Bartolomé A. Grillo viaja a fines del año 1985 a la Antártida. Permanece en la Isla Rey Jorge -donde está emplazada la base científica antártica "Artigas"- más de tres semanas. Secundado por sus ayudantes técnicos, emplaza un laboratorio en la referida base. Durante ese tiempo examina la sangre y demás órganos de los pingüinos con el fin de hallar determinadas sustancias aptas para combatir la arterioesclerosis en el ser humano. A su regreso, relata sus vivencias a Carlos Mendive. El libro recoge no solamente la experiencia científica; sino, que, a través de su desarrollo, el lector ingresa a una desconocida zona que ofrece a cada paso las acechanzas de sus grutas, mares y oreas, como asimismo, nos hace conocer la solidaridad que nace entre los individuos que conviven entre sus hielos y extremas temperaturas.
Descargar el libro en versión digital
Ver más sobre las actividades del Dr. Grillo: http://www.seakrill.com/
miércoles, febrero 18, 2009
El Prof. Musso y su influencia sobre las expediciones de Brasil a la Antártida
por Julio Dornel
Publicado en www.uruguayinforme.com
17feb09
Amplio conocedor de la historia y la literatura del Estado de Río Grande del Sur, el periodista norteño Péricles Azambuya nos revela en esta oportunidad los antecedentes desconocidos sobre el origen de la presencia de su país en el continente antártico.
Integrante durante muchos años del Instituto brasileño de Estudios Antárticos como Miembro del Consejo Superior se vinculó a los integrantes del Instituto Uruguayo, fundamentalmente con el Prof. Julio Musso que lo presidía en aquella oportunidad.
De acuerdo al relato de Azambuya en el año 1979 visitó en Montevideo al capitán Jorge Chazzareta que presidia el Instituto Antártico Uruguayo.
"Fue en esa oportunidad que conocimos al historiador y periodista Dr. Leslie Crawford secretario de IAU lo que nos sería de fundamental importancia para ampliar nuestros conocimientos antárticos. Podemos decir que ahí comenzó la segunda etapa de la presencia brasileña en la Antártica al contar con la colaboración de un elevado número de especialistas uruguayos. Posteriormente y a nuestro regreso a Santa Vitoria recibimos la visita de nuestro particular amigo General Alfredo Souto Malán quien recorrió la zona comprendida entre los legendarios Campos Neutrales y el Fuerte de San Miguel.
En esa oportunidad conversamos sobre la posibilidad cierta de que Brasil marcara su presencia en la Antártica, mediante una nueva expedición naval al continente helado.
Posteriormente y presidiendo el Instituto Brasilero de Estudios Antárticos el Ing. Arístides Wiltgen visitó la zona donde recibió los mapas y estudios correspondientes a esta iniciativa. En esa oportunidad viajamos a Piriápolis (Uruguay) residencia veraniega del Prof. Julio Musso quien prometió todo su apoyo técnico y científico al Instituto Brasileño para que llevara adelante una expedición privada entre ambos países.
Lamentablemente el gobierno de excepción que vivía Uruguay truncó nuestros propósitos ante una campaña contraria realizada por la prensa en aquella oportunidad. Sin embargo Musso prosiguió con la iniciativa enviándonos semanalmente a Chuy el material de estudios que nosotros remitíamos puntualmente al Ing. Arístides Wiltgen en Río de Janeiro.
Consideramos al Prof. Julio Musso como uno de los mayores conocedores de la Antártica en el Río de la Plata, prestando además relevantes servicios al Brasil en su primera expedición entre los años 1982/83.”
“Llega luego la tercera fase de la presencia brasileña en la Antártica que fuera comandada por el Prof. W Besnard en el legendario Barón de Teffé que tuvimos el honor de tripular. Nunca vamos a olvidar el panorama avistado sobre la elevación andina de la Península de Palmer, tras un sensacional “mergullo” en las aguas del pasaje de Drake que une los dos grandes océanos –Atlántico-Pacífico- uno de los lugares más tumultuosos del mundo. En ese momento histórico Brasil ingresa en las regiones polares del continente glacial cumpliendo uno de sus grandes sueños.
De esta manera nuestro país conquista sus derechos sobre la Antártica sustentados durante varios siglos.
También un recuerdo para el Prof. Crawford nuestro amigo personal y coautor de mi libro FALKLAND o MALVINAS: El Archipiélago Reclamado publicado por la Universidad de Caxias en 1988.
No podemos cerrar esta nota sin mencionar a una insigne personalidad con quien mantuvimos relaciones epistolares de mucha utilidad y que nos abrieron las puertas en varias organizaciones gubernamentales que contribuyeron al éxito de la expedición.
Nos referimos al ilustre político Dr. Luis Alberto Lacalle que fuera posteriormente presidente de la República. Nuestros contactos comenzaron cuando era Senador y el tema de la Antártica comenzaba a interesar vivamente al Uruguay.
La peligrosa y arrojada travesía del Instituto de Pesca Nº 1 para salvar la expedición de Shacleton marcó la primera presencia histórica del Uruguay en la Antártica, disfrutando hoy de su Base Artigas en la península de Palmer, obra culminada por la alta visión del Gobierno del Dr. Lacalle Herrera y triunfo inigualable del pensamiento del Prof. Julio Musso”.